El apego seguro es una de las claves para que nuestros hijos desarrollen su autoestima, confianza y seguridad en sí mismos, se relacionen con los demás de manera sana y aprendan a gestionar sus emociones.
La crianza con apego seguro a los papás o cuidadores principales, dará como resultado una persona adulta equilibrada emocionalmente y, por lo tanto, más feliz.
Pero, ¿sabes exactamente de qué se trata el apego seguro?
- Es un vínculo afectivo que se establece entre el niño, durante los primeros años de vida, y sus papás, principalmente la madre, o cuidadores principales.
- La persona a la cual el niño está apegada le proporciona amor y protección, la satisfacción de sus necesidades físicas y emocionales, y muestra sensibilidad ante las emociones del infante.
- En una relación de apego seguro, el niño se siente protegido por la persona a la cual está vinculada; se esfuerza por mantener contacto físico y emocional con ella. Siente ansiedad cuando no está en su presencia, y se reconforta cuando vuelve a su lado.
Te preguntarás por qué se le denomina apego seguro, ¿acaso existe un apego inseguro? Pues sí, y no es sano, porque en este tipo de apego el cuidador está fallando en su rol de proveer las necesidades físicas y emocionales del niño. Se muestra poco afectivo o ausente, por lo que la primera relación que establece el niño en su vida se construye con fallas emocionales que podrían influir de manera negativa en cómo serán sus relaciones futuras.
Un niño criado en una relación de apego inseguro carecerá de habilidades sociales y emocionales, podría presentar comportamientos violentos o rebeldes, o volverse demasiado dependiente.
Importancia del apego seguro
Para dimensionar la importancia del apego seguro debes saber que la relación con tu hijo, la forma en que interactúas con él desde que es un bebé, influye en el desarrollo de su estructura emocional.
¿Qué significa estructura emocional? Pues, la personalidad de tu hijo, que se desarrollará sólida y equilibrada; también sus habilidades sociales, su empatía con otros y su interés por el entorno.
Un niño criado con apego seguro, tendrá 4 logros clave:
- Aceptar y gestionar mejor sus emociones.
- Actuar con seguridad y tener alta autoestima.
- Relacionarse de forma sana con otras personas.
- Actuar con empatía y con sentido de justicia.
Fomentar el apego seguro
Ahora que ya sabes qué es el apego seguro, te daremos algunos consejos que puedes poner en práctica para fomentarlo.
- Protección y seguridad
El ser humano cuando nace depende totalmente de otra persona para cubrir sus necesidades básicas. Necesita amor, protección y seguridad para tener un desarrollo sano desde sus primeros días de vida.
Por lo general, la persona a cargo del niño es la mamá, y es con ella con quien primero crea la relación de apego seguro. Es quien tiene la responsabilidad primordial de satisfacer las necesidades físicas y emocionales del bebé.
- El contacto físico
El contacto físico es fundamental para desarrollar el apego seguro en los bebés. No temas llevar en brazos a tu hijo, acariciarlo, acunarlo, abrazarlo, besarlo.
Así mismo, juega con tu hijo, interactúa con él, alimenta la conexión entre ambos pasando tiempo con el niño, y repite esta práctica con frecuencia.
Todas estas son maneras de demostrar amor y de dar protección que fortalecen el vínculo entre madre e hijo.
- Comprende las emociones del niño
Para fomentar la relación con tu hijo se requiere sensibilidad para comprender sus emociones desde que es pequeño. Con este entendimiento, podrás satisfacer sus necesidades emocionales, y brindarle protección y seguridad.
Ten presente que no debes desdeñar los sentimientos del niño, sino tratar de identificar qué está sintiendo, intentar ponerte en su lugar, para darle la atención que requiere en el momento oportuno.
- Evita la sobreprotección
Si bien tu hijo depende de ti como ser humano inmaduro, también siente curiosidad por explorar el mundo. Lo notarás desde los primeros días; más tarde, con el desarrollo de sus sentidos y de su capacidad física para voltearse, gatear, caminar.
Aunque puedas sentir algo de temor por los riesgos que pueda correr, intenta no limitarlo ni coartarle sus ansias de saber qué hay a su alrededor. Fomentar la autonomía y evitar la sobreprotección es tan importante como que tu hijo se sienta amado y protegido.
Lo anterior es válido para todas las etapas de la crianza, confía en lo que tu hijo puede hacer, déjalo hacer y equivocarse, de esta manera lo ayudarás a desarrollar su autoestima y confianza en sí mismo.
- Establece límites
Establece límites razonables, claros y coherentes para disciplinar a tu hijo. Explícale con firmeza las razones que tienes para negarle alguna cosa, y que sepa lo que está y no está permitido.
- Sé predecible
Además de ser coherente, tienes que ser predecible en tu comportamiento. No actúes de forma ambivalente, hoy muy afectuosa y mañana antipática, pues de esta forma tu hijo no sabrá qué esperar de ti y no estarás contribuyendo a su seguridad emocional.
- Permite la expresión de emociones
Respeta las emociones de tu hijo y permite que las exprese sin miedo. Solo observa cómo es su conducta al expresar su emoción; si no es apropiada, acompáñalo y guíalo para que aprenda a gestionar mejor sus emociones.
Elsa Punset, destaca la importancia de «educar las emociones como llave para la libertad».
- Comunícate con tu hijo
Otra de las claves es lograr una buena comunicación con tu hijo. Habla, escucha, presta atención y respeta lo que dice.
- Estar presente y disponible
Para desarrollar el apego seguro es imprescindible que los papás estén presentes y disponibles. La crianza puede ser agotadora y requiere de mucha paciencia y constancia. Intenta dar siempre lo mejor de ti, estar siempre para escuchar a tu hijo, que sepa que puede contar contigo.
Por último, no te sientas desanimada si todos los días las cosas no salen bien. Es difícil poner en práctica todos estos consejos en el día a día. Lo importante es que tengas presente que amas a tu hijo incondicionalmente, y que eres la mejor mamá que puede tener. La mamá posible, no la perfecta. Esta es la premisa que te dará el impulso diario para seguir adelante.